Dios siempre las puertas de casa abierta de par en par y su corazón se le rompe en pedazos mientras no comparta con nosotros su AMOR HECHO PERDÓN.
No seamos nosotros mismos quienes nos neguemos a sentir el AMOR INCONDICIONAL de Dios a través del perdón, aprendamos a ser humildes y reconocernos pecadores, arrepentirnos para poder cambiar de corazón.
¡Huye del pecado, no hayas de Dios!
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